lunes, septiembre 20, 2010

Trances, Vuelos, Viajes


 De La Estrategia del Caracol, Sergio Cabrera (1993)

Mamando gallo (toma n: todos maman)
Esta vez si es en serio

Nuevamente, bienvenidos. Rompemos nuestro ayuno de más de 2 meses y el silencio de no sabemos cuánto, para retomar nuevamente el vuelo. Sufríamos ya de úlcera y mutismo intelectual. En esta edición represada, alargada y algo trasnochada el lector des-prevenido se encontrará con una serie de lecturas serias, otras no tanto, y otras que son literalmente una mamaderita de gallo. Dentro del amplio y corrido espectro de imaginativos que hacen parte de esta ranchita virtual, algunos de nómina y otros pasajeros fugaces, es posible, depende del lector desprevenido, encontrar profundidad y sendas reflexiones de vida en algunas líneas. Aclaramos de antemano que no es esta nuestra intención. Así mismo, damos nuestra cálida bienvenida a quienes debutan en estas (lánguidas) páginas, que afortunadamente son virtuales. Nos alegra que pongan sus flores, su poesía, sus energías, sus fuerzas, su aliento, su ta-lento y su granito de arena en esta noble y vaga causa. Esperamos, pues, que este viaje sea menos largo de lo que parece y por qué no, hasta de su agrado. Por favor, abróchense  fuerte los cinturones para no sentir las turbulencias de la mente, y sobre todo no darse cuenta de si esta nave celestial llamada La Casita en el Aire se precipita al suelo.  Lo único cierto es que  lograremos sobrevolar los océanos de  la miseria únicamente si y sólo si cerramos los ojos y nos agarramos todos de las manos. Esperamos que esta edición sea de su agrado y que permanezca para siempre en sus memorias, para nuestra desdicha, o si no, oígase bien, para nuestra dicha en el olvido. Si así lo hiciereis, que él (Papito Dios, Jehová, Yahvé, Alá, Krishna, Buda..) y ella (La Casita en el Aire) os lo premien, o si no, que Él -La Casita en el Aire- y Ella -Mamita Dios- os lo demanden. Que así sea. (Disculpe señor director por la demora, pero ahí tiene su  linda y hermosa Casita pintada).



Nocturno cotidiano número 0

(Cerca del televisor)

España aparece como el primero en esta lista de temerarios ingredientes de una salsa mundialista que cada vez esta más espesa… Betancourt… ¿que pasara detrás? ¿Qué ocurrirá en el mundo?

Mientras tanto, yo escribo sobre la lluvia que cae y se va,
Sobre la arena que aparece. En mis zapatos, en el aire, en mis oídos... Sobre la noche y el sol… picante, picante, que cada vez esta mas fuerte…. Lluvia.

El baile de los siete velos continúa su rumbo, Maya y Samara dan vueltas y vueltas.

Una noche me cambié el peinado por que me cansé del copete. En la televisión aparecía una niña con una camisa bonita y yo la desee. Si, que bonita camisa… ¡jajaja! El teatro es interesante, más ahora que la gente empezó a reconocer su rol… el odio y las miradas, bueno, ¿y cómo hacer que un asesino quede bien ante la gente?

Me compré un par de pantalones que no estaba necesitando, fueron muy bonitos e inútiles. La marca era… voy al closet a ver… es lo que hace la vía rápida del lodo…
Se acabó el mundial ¿y ahora qué viene?
Mientras tanto, odiemos a Betancourt por un rato… ¡jejeje!

Y bien, solo es un día de julio en que las noches son como noches y los días, así como los tuyos querida Miriam, sin apuros y con agua en el estomago.

Un pedazo de pan, un lavado cerebral, un pedazo de pan, un lavado estomacal.
Y mi vieja computadora más nueva que siempre.

¿Quién es el responsable?

Los perros no dejan de ladrar y la gasolina… bueno ya sabes.
Ah, y Uribe está preocupado, no quiere que se cree más burocracia. Santos desasosiegos ¿no te parece Miriam?

Roberto Carlos



Una mochila

Una mochila es una casa,
¿Tiene espejo la casa?
¡Si!

Una mochila es viajar
dentro de sí.

Cierra los ojos, ¿qué ves?
Eso, son tus sueños.

Una mochila es caminar,
llevar frutas,
comerlas cuando quieras.

Bucaramanga, 29 de marzo de 2003



Para escribir una carta de amor
Son hojas que se van volando,
Prohibido prohibir, estoy conmigo,
Morena como una canción y hermosa como un beso sincero, primero en un ojo y luego en el otro.
Decir Ocho de Marzo, porque me encanta ser y aun temblar.
TEMBLOR, TAMBOR, Torsión en S y Torsión en Z, la dirección de los hilos de la vida. V i d a m í a. ¿Mariposa o libélula? ¿Prohibido o libertario?

Bucaramanga, marzo de 2004



Copla Chueca
(Café con leche, café sin leche)

Hace frió en la ciudad.
Tengo puesta mi camisa de ratan.
Hace frió, frió, frió.
Y las medias tengo rotas.
Qué pesar, qué pesar
No sé dónde mis dedos colocar.

¿Es esto solo una noche de verano
En tiempo de monos locos y ron barato?

La leche real cae de precio,
La bolsa falsa se mantiene en ascenso.

Las vacas a buscarse otra labor.
Así como Todos Los Colombianos….

Aunque mañana haga calor.

Pacho Pachulí.


Papel Interior

Impulso para salir,
con el viento a favor me llevaré,

Paso tras paso repaso por mi mente
experiencias al alcance de mis manos,

¡Viajera mía! carmen liliana
Y esas otras A-LAS que llevo conmigo,

Errante, sobre todo: Errante,
buen viento y buena mar

Bucaramanga 19 de octubre de 2004.
(El día que supe que me iría)

Para tí

Un saludo. Loco
Un beso, cuerdo,
Un abrazo, sin cero.
Una vida feliz
Con uvas, pero sin anís,
Un camino hacia el cielo… que sos vos, que soy yo.

Un comenzar de nuevo con ella y con Dios
Un continuar bonito, con ella que es Dios.

Un todo para todos
Con el suficiente arroz.
Abundancia para compartir
Y aprendizaje eterno.

Un manantial de agua
Unos niños corriendo.
La mejor comunicación
Y el amor verdadero.

Siente la tierra entre tus manos y pies. Y sigue.
Sabiéndola cerca, sabiéndote protegido.
Mira al cielo, cierra los ojos y respira.
Agrádesele todo,
Ya es hora, estamos preparados.

Pedro.


Primer día del año

Cerrar el ciclo
Iniciar el ciclo,
¡Pensarse, hacerse!
Buena oportunidad
Para decir: Vida,
Cada día con una palabra diferente,
Reír y llorar, hasta que los ojos
Cambien de color.
Que viva el amor,
Contacto directo,
Prosperidad.

Bucaramanga, Enero de 2005


Instrucciones para la tarde
I
Disfrutar la infusión de canela
acercar su vapor a la cara
sentir su olor, ver su color.

Hay una canela que deja el agua rosada
la canela contiene el bosque
el bosque contiene el canto de los pájaros.

Alumbró el sol, dejaré que sus rayos
abriguen mi cara, mis manos, mi cuerpo.

Comer uvas al frente del viñedo
Y al mismo tiempo ver las aves pasar.

Colar café, sentir su aroma
tomarlo muy despacio mirando el río
eso al atardecer,
en la noche: ver el reflejo de la luna en el agua, escuchar el canto de las chicharras, los pájaros y las abejas al mismo tiempo,
con la mirada en el rio: ver las plantas pasar.

Carmelo, Uruguay, 20 de febrero de 2007



II
Ir corriendo hasta la playa
Escuchar la llegada de las olas y su encuentro con la arena
Quedarse con los pies en la arena que el agua aún no ha alcanzado
Mirar al cielo, viendo las gaviotas pasar,
Mirar a todas las direcciones, grabar en el pensamiento ese momento,
Respirar, sentir y escuchar al viento
Dar las gracias.
Salir corriendo de la playa porque hace mucho frio,
Detenerse un momento, observarse que te alejas,
Respirar, suspirar, irse feliz.

Montevideo, Uruguay 11 de junio de 2010



Mandala
El círculo con una rama fresca que el bambú del jardín de la casa ofreció,
Pájaros de plumas verdes-azules a su paso dejaron unas de ellas,
Piedras, semillas y algo del mar,
Empezar a tejer


Germinhada

Luego de muchísimos atardeceres
el hada y la niña nuevamente se juntaron
volvieron sin temores al lugar secreto
donde la historia de las dos
había desviado su rumbo del encanto



Dibujaron el paisaje que una vez soñaron
en el que los colores tenían un dulce sabor
la brisa acompañaba siempre al camino
el río era una inseparable canción
y las aves alimentaban a sus crías
con semillas que brotaban en el aire

Si alguna vez los encajes
de la inocencia se rasgaron
y se manchó con dolor el blanco lino
el hilo restaurador de la consciencia
con su impecable puntada
conjuró para siempre el agravio

Las mayores virtudes no son arrebatables
los dones más preciados se llevan en el alma

cantaban las voces que alguna vez gritaron
fue entonces cuando la niña entendió
que las auténticas hadas
no necesitan alas
para seguir volando




CineChivato o el cine de la calle


“La fotografía es verdad. Y el cine es verdad 24 veces por segundo”.
Jean Luc Goddard


Estoy hablando con el mono (Nelson Silva) y el Cucho (Julio Rodríguez), intentado escribir un artículo sobre lo que es hacer cine en Colombia. Los dos se conocieron en La Sociedad Del Semáforo (lsd-s), película colombiana que espera ser puesta en cartelera en Colombia y donde sea este año, y que ahora lucha por figurar en Cannes. El Mono trabajó de asistente de producción, ayudando en lo que fuera, a veces con una cámara, o buscando a los actores en la calle, en las ollas, donde fuera, incluso no haciendo nada. Éste es el mejor trabajo del mundo, en serio, es como trabajar sin trabajar. El mono ya había estado tras la cámara antes, en San Gil en uno que otro cortometraje de iniciación y después junto a Rubén Mendoza en los videos de Velandia y la Tigra. En cambio el Cucho tuvo su primera vez en La Sociedad (tanto la de la película como la real) gracias a su cambuche de museo de la calle que llamó la atención de la gente de la película; al final no quedó pero sigue ahí, pensando en el cine. 


El Cucho no deja de decir chivato esto, chivato aquello, chivato todo, incluso La Sociedad Del Semáforo, así que suelto una pregunta en el aire como un juguete de superhéroe con un paracaídas inservible. Entonces, ¿es Cine Chivato lo que están haciendo? Es que Chivato se compone de todo lo que se vive en un semáforo, lo que sucede en la calle; el Chivato no es sólo el ñero, es el embolador, la vendedora de tintos, el indigente, el reciclador, las personas que venimos de un nivel bajo, puro, sí pilla? Ése es el Chivato, el que es pobre.


El mono
El mono dice que no se imagina dirigiendo, La verdad no creo que tenga la actitud, más bien seguiré de asistente, no me importa, a mí lo que me gusta es estar ahí, grabando. Hacer cine es un trabajo de combo, de un montón de gente sintiendo lo mismo. Al mono lo conocí en la San Gil de comienzos del XXI, cuando los turistas comenzaron a llegar. Allí perdió todo el tiempo que pudo y estando cerca de graduarse de abogado se le dio por meterse con dos proyectos de cortometraje, el cual uno de ellos (Comité de bienvenida) fue grabado con los reclusos de la cárcel. Luego los videos de Velandia y la Tigra, después otras cosas, siempre de asistente, siempre como uno más del parche que busca lo mismo a través del ojo de una cámara.


Para el mono antes el cine era sólo entretenimiento, algo que ver en la televisión cuando el tiempo no quería moverse y afuera sólo había un pueblo aburrido. Pero después de ver gracias, al azar del zapping, Los enanos también empezaron pequeños, de Werner Herzog, entendió que el cine significaba mucho más, una especie de droga alucinante con el poder de hacer ver el mundo a cientos de cuadros de realidad.


Trabajar en La Sociedad, junto a tanta gente que formaba un solo cuerpo, es algo que no se puede olvidar, sencillamente es magia, éramos una sociedad real, unida, donde compartimos todo, incluyendo los problemas y el hambre, porque de eso se trata esto, de estar, de confrontarnos ante un mundo que no ha sido hecho para nosotros; el cine es como un amigo un poco viejo y cansado pero que igual se encuentra dispuesto a darnos techo, a facilitarnos una ilusión para seguir, para no sentirnos tan solos y para darnos cuenta que en realidad no lo estamos, que somos muchos dispuestos a dejarnos contagiar por un guión, una cámara y una pantalla enorme como la vista. Eso para mí es el cine.


El Cucho
En la semana que estuvimos trabajando sin trabajar, vi en promedio 8 horas de cine al día. Era una obligación placentera, porque así como para escribir se necesita leer todo lo que se pueda, para pensar en forma de cuadros cinematográficos se necesita ver todo el cine que se tenga a mano; los ojos rojos y el estomago vacío son medidores de imágenes.
Fueron buenas películas, la mayoría de ellas cuando el mundo era a blanco y negro (de niño solía creer, gracias a esas películas, que antes el mundo sólo tenía esos colores). Las favoritas fueron Toro Salvaje, Los Olvidados, Accattone, Agarrando Pueblo, y claro, la tomas del barrio del Cucho. Sobre la película de Buñuel (Los olvidados) el Cucho decía Huy sí, así es uno de chivatico, y cuando veíamos las tomas del barrio para decidir qué hacer, el Cucho no dejaba de sonreír y hasta lagrimear un poco de la emoción; Se siente muy bien, antes que apareciera el parche de La Sociedad qué cuentos de cine ni qué nada, pero ahora, con la gente que quedó de la película, se han estado haciendo más cosas, y ahora esto, una película del barrio, y claro que motiva, no ve que decían que yo ya no servía. Después de soltarme todo eso lo miro mejor; un hombre que parece más viejo de lo normal, cabello largo y sucio, barba, cicatrices, contextura de golpe y gorra (colecciona gorras), el conjunto lo hace ver como un hombre de las cavernas descongelado y levemente perdido. Con el cine el Cucho empezó un mundo diferente, que creía imposible para él desde el mismo instante que empezó a dormir en la calle, por allá en su Bogotá de niño de 8 años.


El Cucho no quedó como actor de lsd-s, pero sí se quedó en el equipo; luego grabó Un actor se prepara, cortometraje que no se ha estrenado pero en el que se va con toda contra Fanny Mickey y el festival de teatro interpretando a un Quijote de la calle. Ahora el Cucho dice que está cansado de pararse frente a la cámara, de ser el payaso de la actuación, Lo que quiero es grabar, Y ¿cómo qué Cucho? Pues la vida de mi gente, como se vive debajo de un puente, por ejemplo. Eso me recuerda a alguien, y es a Charles Chaplin; Charlot fue el personaje que creó Chaplin para interpretar en las salas oscuras del mundo, un hombre sin empleo, sin dinero, sin casa, de la calle, en palabras del Cucho, Un chivato.


De hecho el Cucho ya empezó a grabar por allá, a la realidad, al Gacela, al Carlos, al Muñeco y a todos los demás encendiendo la pipa, grabando su vida carramaneada de sobrevivientes de la calle.


Editando la historia de un barrio
Era de noche y habíamos comprado una botella de ginebra que no terminamos de beber. El mono trata de encontrar todo lo que se ha grabado; el mono 2 (Jorge López), quien también trabajó en lsd-s tras las cámaras y lo que fuera, lleva sus fierros: una cámara fotográfica y el portátil que usa para editar. El Cucho tiene la bolsa negra con las diez lukas que compramos en la tarde en la L y mira a una cámara que le apunta la Julia (una de las mujeres fuertes y alegres de lsd-s) y ella que graba para enviarles un saludo a los que están en Francia, a Rubén y al equipo que se está aguantando la pesadez de un Cannes amarrado. Yo estoy mirándolos, esperando entender cómo algunas personas juntas intentan editar una historia a punta de fotografía en movimiento, y que los cinco buscamos a la vez, incluso yo, el recién llegado; eso no importa, desde el comienzo me imaginé algo parecido a lo que se buscaba, pero con el parche, ahí, hablando y caminando por el centro de Bogotá, por el viejo territorio del Cartucho y la actual olla, la L, mirando directo los ojos del basuco, incluso saludándolo de puño, terminé de entender que el cine no está para contar historias bonitas de finales felices y absurdos, el cine existe para ser una fotografía en movimiento de la realidad.


Fueron dos días de edición y una semana de escritura; aún así varios cuadros siguen por fuera porque las noches fueron largas y los días atropellados. De hecho falta todo, sólo editamos un tráiler para mostrar a una escuela de cine en Cuba, y eso sólo ha quedado como un buen recuerdo, porque la idea ha cambiado, hemos decidido empezar desde cero, así que siguen faltando todas las horas de grabación, de parche en el barrio, así que el Cucho y los dos monos siguen grabando, justo hoy hablé con ellos e iban para allá a continuar esta ilusión de vagos que prefieren hacer cine a ser gente de bien, porque el cine de la calle es un monstruo de ojos rojos y manos sucias, pero eso no importa, de algún lado tiene que salir el espejo sucio de la sociedad, y si el cine tiene que ser ése espejo mugriento de realidad, el cine lo acepta y celebra, así sea sin dinero.


Una monedita para el cine
Para hacer cine en Colombia se necesita ser un poco ladrón, porque donde hay dinero la pobreza sobra, y en el tercer mundo el cine está del lado de la pobreza, es como el indigente que se encuentra por ahí, pidiendo dinero para comer y fumar. Es cierto que ahora existe la Ley de Cine, pero es insuficiente ante la necesidad de crear imágenes reales, por eso la gente de La Sociedad Del Semáforo pidió limosna al primer mundo para la película, a los ricos de Francia mientras le mostraban el dedo a la elite de aquí junto con sus actores de telenovelas. Por eso el Cucho sigue trabajando sin trabajar, viviendo del cambuche con las dos piezas hechas con lo que sobró del rodaje de La Sociedad, por eso el mono con una sola cámara anda grabando y planeando el guión de la película (dejó de ser un cortometraje después de una semana de humo y trabajo), reuniéndose con amigos por el simple placer de hacer cine. Es cierto que se necesita dinero, pero el dinero aparece, así sea limosneando, robando, como sea, lo que importa es agarrar la cámara y empezar a grabar, porque es el comienzo lo que se necesita para contar todas las historias que merecen ser contadas.


Enlaces: http://www.lsd-s.com/eldelirio1/index.html (La Sociedad Del Semáforo) y http://www.vimeo.com/12369773 (Un actor se prepara)


Miguel Castillo Fuentes

Créditos de las imágenes sin créditos:

Carmen Liliana Chona Contreras, Álbumes secretos y vestigios de una cámara fotográfica viajera víctima de la imprudencia de unos amigos cuando se fueron de paseo de olla un día de domingo al río. Editorial Mamasté, 2009.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

no entiendo¡¡¡¡¡¡ ... y que pasó con el tume, el tume querido, tu me haces falta

amar a mares dijo...

marabrilloso

mmmmm!

7jon dijo...

carmenlí!
capullito
de alelí!

un abrazo a tí
y a esas otras A LAS
que llevas contí