domingo, marzo 14, 2010

Mujeres... y hombres


Las niñas del colegio

Por: Miguel Castillo

En el 2006, caminando por Piedecuesta dispuesto a conseguir trabajo en una librería a la cuál solía ir a comprar y robar libros, acepté la propuesta de ser profesor. Mis áreas eran las de ciencias sociales (arbitrariamente decidí cambiar el nombre por el de historia), filosofía y ciencias políticas. Quienes me conocen dirán que soy un tipo irresponsable, y tienen razón; en historia hice votación para decidir el tema del año (ganó Grecia en un curso y Roma en el otro), en ciencias políticas les hablé del anarquismo, y en filosofía leímos a Cioran. Lo mejor era que si el grupo era bueno, solía terminar mi clase 15 minutos antes y dejaba que los muchachos descansaran. Ése tiempo lo tenía destinado a una quijotada, y era precisamente que ellos empezaran a leer. Para al menos intentarlo yo llevaba siempre en mi morral una buena cantidad de libros, esperando que se decidieran por ellos mismos a rayarlos con sus ojos, y así pasó.

Cortázar, Whitman, Caicedo, Lorca, Kafka, Lewis Carroll, Sabines, Alma y todo lo que podía encontrar en mi biblioteca y creyera que les podía gustar se leyeron en esos quince minutos. Con el tiempo me vi en la necesidad de hacer algo porque los más jóvenes se dejaron contaminar de uno que otro cuento y poema. Comencé, sin estar muy seguro de esto, un taller de literatura y fotografía con un grupo de estudiantes que no sobrepasaba los 12 años; el resultado fueron varios poemas escritos en hojas de cuaderno y excelentes cuadros que me mostraban en sus cámaras. El taller de poesía estaba conformado por siete niñas de 11 años, y el de fotografía por los salones de sexto (incluyendo a las niñas de poesía) y los de séptimo. Las fotos aún están conmigo, pero perdí el papel donde tenía anotado quienes las habían tomado, así que esas fotos, digamos, son de todos.

En el 2007 agarré la carretera y abandoné el colegio y al taller. Les prometí que buscaría la forma de publicar algunos de los poemas, y hoy, empezando el 2010, les cumplo. Lo hago no tanto porque les dí mi palabra, sino porque he estado recordando el pasado; lo que veía en el taller, a las niñas de sexto escribiendo imágenes hermosas y fuertes, sentadas frente a la hoja en blanco para hacerla desaparecer en palabras enormes, me hizo admirarlas y desear ser como ellas cuando yo creciera. Esto, más que la muestra de un trabajo que se hizo hace ya tiempo, es en realidad un pequeño homenaje a unas pequeñas que me enseñaron lo necesario para empezar a escribir.

















Una mañana desperté con una asombrosa sorpresa. Estaba rodeado por medio de plantas bellísimas; el colibrí disfrutando de sus flores, y las flores disfrutando del aroma del jardín. Nadie se quejaba, pues esto, estaba rotundamente prohibido.

Margarita Lora


Pasan los días, casi todos los ensayos han salido bien. El profe, cansado, llega a casa; duerme. En la mañana, al levantarse, fuma un cigarrillo observando por la ventana a los autos pasar. Al lado de la venta, pegado en la pared, hay un calendario y el profe le escupe el humo. Bota su cigarrillo, se baña, se arregla, llega un poco tarde. Tantos ensayos sirvieron, y el mejor fue el de nosotros. El profe, ya cansado, ve anochecer. Terminamos tarde, y el profe vuelve a su casa, fuma, se baña, y se acuesta sin poder dormir. Vuelve a levantarse, enciende otro cigarrillo y mira al calendario.

Margarita Lora Hernández


El colegio

Varias veces en la noche,
las sillas se mueven;
atrás, en el último salón,
se escucha un ruido
como una voz.

Las puertas también se mueven;
Trato de convencerme que es el viento.

Jennifer Niño Ramírez


Es la sombra que suele
pasear alrededor
revestida de lentos terciopelos;
nos sigue despacio,
nos acompaña en silencio.

Lorena Medina


















Una pareja en un parque,
besándose sin cansarse.

Ella, con su falda que la brisa
levanta, con su camisa cortita,
y su cara bella.

No entiendo cómo haría
para obtener esas curvas.

Los dos se acariciaron;
eran los enamorados,
en aquella orilla

Tatiana Ortega Ayala


Después de la noche,
Dos enamorados, juntitos y solitos,
Descansan bajo un árbol.

Nazly Buenahora Mendoza


Si las mujeres son bellas y hermosas
Porque a nadie Dios hizo fea,
¿Qué le pasará a María que se encontró
con un hombre?

Lorena Niño Vargas


El hombre de la laguna,
Solo y solitario,
Junto a la laguna.
Una mujer pasa por allí,
y lo ve,
pero él se esconde.

Ella lo vio,
y no volvió a verlo.

Él seguía en el suelo,
con la boca morada
y los ojos cerrados
llenos de ramas
que no dejan de moverse.

Lorena Niño Vargas



Si la plaza de Galán rompe el paisaje

Y los árboles son testigos del trasegar de los tiempos

Y yo camino entre las puertas de lo eterno.

Tú apareces acompañando ese espacio tiempo

3

Más que puertas

Son canciones de sonidos celestiales.

Más que sonidos

Son amores en cohesión perpetua entre el infinito y tu presencia.

Y siempre el existiendo eterno confirma mis impulsos

Impulsos de vida.

Y más que empuje, voluntad


Mi carruaje

Si, mi carruaje es bonito

Mi carruaje es bonito por lo útil

Es energía, es mi energía

Es la base de mi proceso

Es el mismo camino

Mi camino

La fuente

El combustible: Maíz y granos benditos. Espíritu del eterno.

La certeza de la vida y la fuerza de tu aliento


La plaza rompió el paisaje solo un momento

Y los árboles compañeros me enseñan la paciencia del silencio

Juliancho


Poli

Recuerdo a Poli

Era mi chica ideal

Una dulce perla blanca mexicana

La cual yo amaba

Pero nunca pude tener

Ni mostrarle todo lo que le escribí

En el fondo del mar

Satélites

Flotando por el universo

En busca de señal

Señales de vida

En su constelación

Electro

Radiograma de amor

Destellos

De mil años luz

Esta es la historia de una vieja canción

La de la primera vez…





Yo soy yo, Tú eres Tú
Tú haces lo Tuyo, Yo hago lo Mío
Yo no vine a este mundo para vivir
De acuerdo a tus expectativas
Tú no viniste a este mundo para vivir

De acuerdo con mis expectativas
Yo hago mi vida, Tú haces la tuya
Si coincidimos, será maravilloso
Si no, no hay nada que hacer.

Fritz S. Perls (1893-1970)

***

Agradecimientos por la respuesta al bombardeo para: el viejo ratón migue y su combo de noveles escritoras (Felicitaciones!), al juliancho, a zoé y a irenita... Y claro, gracias para vos, querido televidente... muuuuua!

1 comentario:

7jon dijo...

...Es la sombra que suele
pasear alrededor
revestida de lentos terciopelos;
nos sigue despacio,
nos acompaña en silencio...

Sabiduría, amor, inteligencia, armonía, belleza
para todos envía