Yulanyatra: Jaguar yú! ¿Jaguar-yú, Yulanyatra?

Sí, sí, güinou, güinou, ¡Japiberdeituyú!

INTENTO 23: CARTA A UNA AMIGA

“Cabellos negros como la noche
Piel canela…”
(Intento 17. Fragmento).

“On and on the rain will fall
Like tears from a star
Like tears from a star
On and on the rain will say
How fragile we are, how fragile we are”[1]

Somos tan frágiles, somos tan fuertes, somos tan tercos. Y más que videntes…El fuego interno se mantiene solo, se consume, se regenera; la vida cambia, el clima arrecia… y yo, no sé que escribir. Cómo capturar en un par de líneas mis sentimientos de este momento… la razón no puede, tan poco el sueño, al ensueño no le importa y mi otro lado no sabe escribir (no le interesa, no lo necesita)…pero este intento, puede servir como puerta de entrada al misterio de la conexión secreta que nubla lo miedos, derriba la razón y dejas los prejuicios sin sangre que chupar en su afán por mantener el estatus quo.

“Poesía brujería” [2] poesía magia, poesía, la cotidianidad; el entendimiento de la verdad del ser que va siendo y no se detiene en mundos de formas y sabores diversos, que atrapan y que encadenan, que roban el real sentimiento. Poesía un abrazo, poesía un calambre, apagar el televisor y armar colchas de retazos; poesía hornear pan y morder una manzana, poesía lo que siento cuando tiendo la cama.

Madre tierra, madre mujer, usted querida amiga, en este vórtice de dicha que es la existencia del hermosos cotidiano eterno, inalcanzable, inatrapable, infranqueable, intangible, inefable inexplicable, para mi y mi entendimiento actual, tanto, que mis palabras no llegan ni remotamente a soñar en intentar compararse con el esfuerzo de un grupo de hormigas que cruza el desierto. Menos, llega a ser cierto lo que acabo de decir, pero es que…sin mas, nada, sin mas, palabras, sin mas suspiros, intentos, especulación (ayúdame Y)…Recuerdo al amigo que dijo: “all Things must past”[3] y le confieso algo, ruborizado; solo quería entretenerla un poco con mis divagaciones sin importancia, para saberla cerca y sentir lo grato de su compañía y que sintiera mi presencia, con el animo de acompañarla un ratico con este pequeño cúmulo de energía, en este bonito momento presente.

J2ART

(PALTA - OSO - AGUA - TAMBOR – SEMILLA)[4]

[1] El aguijón del Verano
[2] La rosa del Dragón
[3]El Hijo de Hari
[4]Traducción al lenguaje de un séptimo amigo


Después de la guerra
JOTAMARIO ARBELÁEZ

Un día
después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un día
te tomaré en mis brazos
un día después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un día
si después de la guerra tengo brazos
te haré con amor el amor
un día después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un día
si después de la guerra hay amor
y si hay con qué hacer el amor.

Mis pasos son una caricia
SIETEKÁ

Mis pasos
son una caricia
cada pisada es un toque
una aproximación

cada aleteo
un roce

Mis pasos son
una caricia
para esta ciudad

cada vagada
una excusa para encontrar(te)
para encontrar(me)
encontrar(nos)
frente a tierra
la sombra soberana

Mis pasos son una
caricia
para cada uno

Para tí
porque te vadeo
y prometo
con el pendular de mi cuerpo
prometo
recorrer tus olvidos
-que compartimos–
tus recodos y extramuros

Para mí
porque me regodeo
en tus atajaderos
pruebo
conquistar el aplomo
del trapecista

Mis pasos
con ellos aprendo a amarte
y amarme
repaso
son una caricia
el compromiso de refrendar
pasiones y querencias
simples y llanas
como tus calles

mis
pasos
reposados
sosiegan
hermosean
al final, como al principio, juntan


Amor-fismos

Del gran "aforista de aforistas", Don José María Guerrero, quien viviera en la isla de Cantaloupe durante la persecución a los minimalistas en la dictadura de Reyes, y personaje hasta ahora desconocido para muchos debido en parte a que la mayoría de su obra reposa en los apolillados baúles del cuarto de San Alejo, rescatamos de su único libro publicado -hasta el momento- AMORfismos (en una labor quijotesca de restauración), una selección de sus mejores aforismos para el deleite de todos nuestros amables lectores. Abróchense los cinturones.

Desayuno (pag. 5)


Si para Pambelé es mejor ser rico que pobre, para mí, que soy de clase media, es mejor ser devoto que ingeniero.

Cuando un zancudo te pone en la mira, seguro te pica; cuando un ladrón te pone en la mira, seguro te roba.

Sólo hace falta tener una cosa para que un hombre sea un “buen partido”: un buen empleo.

Conducir es un ejercicio de prudencia, paciencia, pero sobretodo tolerancia

Almuerzo (pag. 17)


El provinciano entre a la universidad ignorante, pero noble, y sale confundido y pedante. El capitalino, también.

La profesión no es la vida, así como la vida no es la existencia.

El que no cree en nada casi siempre se lo termina llevando el diablo.

Querer cambiar el mundo, en términos prácticos, significa negar los prejuicios de la gente y burlar los paradigmas de la vida.

Cena (pag. 23)


Cuando la U termina, comienza el verdadero conocimiento: ¡la vida!

Mis padres aprendieron de la vida con lágrimas y ahora ríen. Yo estoy aprendiendo con risas…

La música es la banda sonora del alma. Prefiero el tipo de mujer cuyo tipo de hombre no soy yo.

Día

OCTAVIO PAZ

¿De qué cielo caído,

oh insólito,

inmóvil solitario en la ola del tiempo?

Eres la duración,

el tiempo que madura

en un instante enorme, diáfano:

flecha en el aire,

blanco embelesado

y espacio sin memoria ya de flecha.

Día hecho de tiempo y de vacío:
me deshabitas, borras

mi nombre y lo que soy,

llenándome de ti: luz, nada.

Y floto, ya sin mí, pura existencia.

Pandilla
SIETEKÁ

Nos vi muy contentos
Rodando por la ciudad
Por la gran ciudad

Nos vi
Amando en el césped
(Escenario de heroísmos
futbolísticos:
goles de gran factura
atajadas indelebles y
Bob Arley con el 9)

Nos vi
Ligeros
Haciendo maromas
Durmiendo la rasca
Compartiendo palabras
Tocando birimbao

Hambreados y asoleados
Pensando en robarle comida
al vecino próspero

(Yo me alejé a cazar
la alfombra del pino
con los ojos en la oscuridad)

Nos vi dichosos
Comiendo caminos
Invencibles
Con nuestras máquinas
supremas
en fila india

Haciendo de las nuestras
Nos vi
Pandilla dominguera
Incansables
Doblegándolo todo

Los pies descubiertos
Lo vi
Nuestra arma vital

Oda a la capucha
TUME



Se vienen los días del disfraz, yo diría que algunos están disfrazados el año entero, que se levantan temprano, a veces se bañan y luego se ponen su traje de poeta, de loco, de profesor, de político o de médico que es peor; para efectos da igual. El problema, para ellos no para mi, es la incomodidad que con los días causa el ir siendo lo que no se es, pero para tristeza de los menos, la cosa no cambia, y ellos, los mas, como dice el earthlings, pasan de la oposición a la aceptación. Es lo que en términos parroquiales entendemos por la comodidad de la costumbre.

El caso con la capucha es más sencillo, la posibilidad de ser nadie, simplemente de no ser ni siquiera lo que a duras penas se es; algunos pensarán que ideas oscuras pueden ocultarse tras una capucha, que cualquier cosa puede esperarse de quien no muestra la cara, responderé a esto con una simple pregunta: ¿acaso las peores ideas no las dan quienes muestran la cara a diario en los noticieros?, para no meterme en pantanos que no me apetecen continuaré por otra rama.

Para no ir demasiado lejos, el trovador dijo que quisiera cantar encapuchado y después confundirme a nuestro lado; mostrarse es también una cuestión de prestigio, quien se oculta pierde el reconocimiento pero por fortuna pierde también al enemigo. Muchos pensarán entonces que con capucha no hay manera de señalar al culpable, que los que hacen daño andarán prófugos y felices sin sus caras, a lo mejor si, pero ¿acaso no ocupan las sillas públicas quienes mayores daños nos causan?, intento no meterme por algunas ramas, pero es inevitable porque todos estamos en el mismo árbol.

ya he dicho lo que visto, ahora solo queda proponer: Y, si nos convertimos en los sin caras escapados del prestigio?, prófugos del éxito y sus esquemas; si nos libramos de enemigos gratuitos y hacemos que el dedo que nos señale no pueda reconocernos; andemos entonces sobre los propios rieles, que se abran los ojos de la conciencia, que mis palabras lleguen a oídos sin armas, que mi propia vida evite la muerte de los menos.

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