miércoles, octubre 28, 2009

Curriculum vitae: 1. hoja de vida. 2. palmarés. 3. prontuario



El juego de engañar y ser engañado

Las definiciones de los diccionarios dan para todo, incluso para desaburrirse un viernes en la noche. En lugar de deambular por las calles en busca de diversión mundana hablando mierda –sin eufemismos- le recomendamos que se reúna con sus más dilectos y ocurrentes amigos, y juegue a ser miembro de la Real Academia de la Lengua, a la vez que se libera de las frustraciones de la semana y enriquece su léxico con palabras que nunca había escuchado y que seguramente jamás habrá de usar. He aquí unos pocos ejemplos de algunas singulares y desatinadas definiciones. No garantizamos diversión, sino más bien mucha desazón y algo de desconcierto. Por consideración y respeto a nuestros amigos, nos reservamos publicar la autoría de esta catajarria de abominaciones.

corbacho: 1. pequeño bote usado en las islas Baleares para el transporte de mango biche en cuadritos. 2. corbatín usado en fiestas matrimoniales.

chichilaza: 1.condimento picante 2. bebida medicinal para curar enfermedades cardiacas. 3. purina casera con un alto contenido de grasas saturadas para uso del ganado caprino.

edículo: 1. enfermedad testicular 2. artefacto usado en la Europa oscurantista por astrólogos. 3. punto filoso del editáceo.

grandevo: 1. seudónimo del pintor italiano Francesco Berlusconi. 2. bloque de sal extraída del lecho de una antigua laguna o lago salado usado en la fabricación de casas en el Perú. 3. Erogaciones efectuadas por los cuentahabientes. Superávit.

pagote: 1. embarcación delgada y alargada usada en los ríos pocos caudalosos. 2. ciudad del estado de Tihuaxcan al nororiente de Méjico. Antigua capital del imperio Tixhuaco.

sinecura: 1. médico brujo somalí. 2. ciudad ubicada al norte de Libia. 3. clave musical cercana a una octava.

suches: 1. sandalias de cuero comunes entre la población eslava 2. pl. amasijo de trigo autóctono del Ecuador. 3. plato típico boliviano.

triunviro: 1.apodo a campesinos del Uruguay de la Edad Media. 2. cría que resulta del cruce de tres especies: carnero, oveja y buey.

zurrapiento: 1. persona con hábitos desmesurados al comer. 2. árbol de cortas ramas falto en altura.



Del bajo perfil al estrellato, del anonimato al desprestigio

Como el número de desempleados en este país es prácticamente proporcional al número de poetas, y ya que la oferta de poesía es ampliamente superior a la demanda, hemos decidido de una vez por todas aportar nuestro granito de arena a la noble causa de rescatar a un cristiano de sus tinieblas mentales, causa esta por lo demás perdida. Los aspirantes a ocupar las vacantes del infierno capitalista hicieron su mejor esfuerzo y con el descaro de quien llega media hora tarde a una entrevista de trabajo nos hicieron llegar cada uno de sus respectivos currículums vitae descuadernados, como quien carga un amasijo debajo del brazo. He aquí los doce del patíbulo.



Irene

Mi nombre es Irene, tengo 21 años y dentro de mi corta existencia he logrado hacer algunas cosas:

He dejado de amar a dios durante varios capítulos de mi vida.

He jurado por dios 25423 veces.

He trabajado los domingos y me han pagado doble salario.

He ofendido a mis progenitores.

He asesinado cruelmente a un gran número de seres vivos.

He consumido drogas.

He robado.

He mentido por lo menos una vez a la semana.

He sucumbido a los placeres de la masturbación y el sexo.

He deseado el mal a mi amigo, al conocido y al vecino.

Y muy pocas veces me he sentido arrepentida.



Chemas

Me llamo Chemas, nadie más me llama así. En vidas pasadas tuve que haber sido emperador de Roma, jefe de la Inquisición, proxeneta. Alguna vez fui un átomo de oxígeno, un pensamiento puro en algún Súper Universo. Empero, a este mundo llegué por cesárea. Desde ese momento supe que la medicina alopática es una cuchillada en el estómago de la creación, un vomitivo de la naturaleza.

Se podría decir que tuve una niñez feliz, a pesar de lo cual con los años resulté bastante raro: no me pienso casar, ni tener hijos, menos enculebrarme con bancos. Aunque uno nunca sabe.

Llevo cerca de 30 años viviendo en la casa de mis padres y a la fecha no recuerdo haber colaborado con lo de un recibo de la luz, ni del teléfono pese a que sagradamente hago mis llamadas; pero eso sí, colaboro con el del agua al no bañarme todos los días.

Trabajé una vez como encuestador, otra como digitador y la última como profesor de física en un colegio fifí. En los dos primeros triunfé en medio de mi mediocridad, pero en el de docente fracasé estrepitosamente al punto de no querer saber más nada de uniformes colegiales ni de movimiento circular uniforme.

Confieso que no sé lo que es cobrar una quincena, ni qué voy a hacer cuando ostente el titulo de ingeniero, si es que algún día cumplo los requisitos para graduarme de imbécil. Lo peor sería tener que cumplir horario y decirle jefe a cualquiera.

Tengo tres o cuatro pelagatos como amigos, entre esos un perro llamado Tobías. Nos unen nuestras rarezas, como por ejemplo el desprecio por la fama y el poder; no nos desune que no compartamos creencias religiosas, aunque varios profesen la irreligión. A uno que otro le debo plata, pero todo bien todo bien.

No tengo novia, amante o mujer. A veces me dan ganas de tener.

En el cuartel supe que lo mío es la no-violencia y un día me dio por ser vegetariano. Al otro día por hacer yoga. Al otro por ser krishna. Al otro por viajar a la India. Al otro por seguir a Buda y al siguiente nuevamente a Jesucristo. Pasé sin remordimientos de la Legión de María a la ufología, y del nadaísmo al vaishnavismo.

Creo en Dios, sobretodo cuando me va bien. También creo en mí, en que one todos somos uno, en la belleza y el amor, y que esta sociedad está coronando la cima de la estupidez. Lo más seguro es que nada extraordinario me suceda, salvo existir indefinidamente.



Amarilla

Nombre: Amarilla.

Estado civil: soltera.

Religión: ninguna conocida; alguna vez intentó ser hare krisna pero la cogieron comiendo una hamburguesa grasienta y la expulsaron. Pero se había leído parte del Libro de los Vedas. Después intentó ser vegetariana. Tampoco funcionó. Por ultimo se metió a una liga que defendía las ballenas. Hasta donde sabía su madre la bautizó. También hizo la primera comunión en la Iglesia de Jesucristo Obrero.

Sexo: Perdió la virginidad en el asiento trasero de un viejo Ford, en una noche de verano.

Dirección: avenida Blanchot.

Enfermedades: las de la niñez y alguna que otra infección pasajera, sin importancia.

Experiencia laboral: mesera de bar, acomodadora en un cine, alguna vez vendió lotería, traductora.

Estudios: empezó a estudiar de noche inglés y computación, pero la echaron a mitad de semestre porque un malparido profesor se lo pidió.

Idiomas: algo de inglés. Se sabía toda la canción Copacabana de Barry Manilow.



Frank Baez

Rodé al año y medio por las escaleras hasta el segundo piso. A los seis casi me ahogo en una piscina.

A los siete me arrastró la corriente de un río. Me golpearon con un palo, con la culata de un fusil, con una tabla. Me propinaron un codazo en la cara y otro en el estómago, rodillazos, machetazos, foetazos.

El perro del vecino me mordió un brazo.

Me cortaron una oreja haciéndome el cerquillo. Noqueado. Abofeteado. Calumniado. Abucheado. Apedreado.

Perseguido por sargentos en motor. Por dos cobradores.

Por tres mormones en bicicleta.

Por muchachas de Herrera y del Trece.

Me han atracado treinta veces.

En carros públicos. Taxis. Voladoras. A pie.

Alguien me dio una bola y me dijo I am gay. Me robaron un televisor, un colchón, seis pares de tenis, cuatro carteras, un reloj, media biblioteca.

Se llevaron varios manuscritos y cometieron plagio. (Con lo que me han robado pudieran abrir una compraventa en Los Prados).

Me fracturé el brazo derecho, el anular, la cadera, el fémur y perdí cuatro dientes.

El hermano Abelardo me dio un cocotazo que todavía me duele.

En la fiesta de graduación me cayeron a trompadas y botellazos.

Luego publiqué un libro de poesía y una vecina lo leyó y escéptica dijo que era capaz de escribir mejores poemas en media hora, y lo hizo. Accidente con un burro en la carretera.

Intento de suicidio en Cabarete. Taquicardia. Hepatitis. Hígado jodido. Satanizado en Europa del este. Pateado por mexicanos en Chicago.

En Montecristi una mesera me amenazó de muerte (ahora mismo, clava alfileres en un muñeco idéntico a mí).

Los vecinos sueñan conmigo baleado.

Los poetas con dedicarme elegías.

Otros con rociarme gasolina en la cabeza y arrojar un fósforo y ver mis rizos en llamas.

Otras con llevarme a la cama. Y hace semanas un policía me detiene y me pregunta si yo no era el poeta que había leído poesía aquella noche y le digo que sí y el policía dice que son buenos poemas y hace una reverencia o algo así.



Desagradecimientos:

A Gio, por las fotos.
A don Giocondo, por la monalisa y las arepas de chócolo.
A Rafael Chaparro Madiedo, por Amarilla y Pink Tomate. Opio en su tumba.
A Frank Baez, por su Autorretrato.
A Irene, dondequiera que se encuentre, por prestarse para éstas y para otras.
A los co-inquilinos, por su co-confianza.
A nuestros tres lectores, por aguantarnos.

5 comentarios:

7jon dijo...

buenísimo!!!

7jon dijo...

zurrapiento!!!

juliana dijo...

jajaja... que maravilla!!!!
Pd: Chemitas,,,, te conozco mas de lo que creí. =)

Anónimo dijo...

¡que chimbaaaa de entrada!

Anónimo dijo...

chemas, tal y como lo percibo!
E.P