Llegaron cartas para todos!
Debido al éxito estruendoso que tuvo la combo-catoria de cartas abiertas, llegando casi que a rebosar la capacidad en gigabytes de nuestro generoso pero sobretodo paciente buzón con el elevado número de material epistolar proveniente no de tan variadas latitudes como de estilos e imaginarios, partiendo del meramente estrambótico, pasando por el fraternal, llegando al visceral, hasta el más sublime y portentoso; por eso, solamente por eso, porque no quisimos guardarnos ni un apóstrofe, ni tragarnos una sola coma dirigida a cada destinatario remoto, la presente edición de La Casita en el Aire, última del año, es en apariencia un poquito extensa, pero no así dispendiosa en su lectura, de la que garantizamos pleno deleite, cual natilla con canela y buñuelo caliente de Nochebuena, potaje suficiente este para abastecer al espíritu, el corazón, y si se quiere hasta la tripa también del ávido lector, sin temor a indigestión, hasta que San Silvestre y los tres Reyes magos lleguen y se esfumen los carrancios que esperaron su condena los 12 meses de este largo y efímero 2007.
Habitantes de La Casita: el correo llegó!
A la casita original
xtraño la casita, la que humildemente me cobijó
la que miraba día a día tras la cortina de mis pensamientos
la casita caliente, claraoscura que acompañaba mi horizonte
posiblemente ya este fría
Casi puedo olerla, perfumada con el más fiel de los aromas
jardines la acompañaban, con lirios y un colibrí rosado
la gran puerta abierta esperaba mi triunfal regreso
ya parecen que las luces se están apagando, posiblemente es demasiado tarde
Extraño la casita de mis sueños
la que me hacía suspirar y cantar de felicidad
¿podrá la casita seguir resistiendo esta ingratitud?
posiblemente todavía me espere, posiblemente no
Sola. La casa nunca estaba vacía
siempre estaba llena de recuerdos, de ilusiones y de esperanzas
¿cuándo se derrumbaron? No lo sé
posiblemente estaba tan distraída que ni lo noté
Negra Nieves. Consuelo Lago
Lege, quaeso [Lee, te lo ruego]
Carta a Neal Cassady
Colega en el vicio y en el genio: Nosotros también somos beat, pero nos llamamos nadaístas. No te preocupes, la vida es toda entera ella misma, y la felicidad es uno mismo.
La marihuana es para ti como la política para Eisenhower. Y si el presidente de tu patria puede hacer política que es su felicidad, ¿por qué tú no puedes fumar marihuana que es la tuya?
Aquí en este inmundo país latinoamericano que se llama Colombia no nos interesa nada, sino nuestra vida. ¿Sabes por qué somos las únicas personas felices en Colombia? Porque no creemos en nada, ni siquiera en nosotros. Creemos que el artista no tiene lugar en la sociedad, es un desplazado. Y si uno es un desplazado, ¿por qué la sociedad tiene que meterse con uno? Para nosotros no se hizo la moral, ni la ley, ni los derechos humanos. Para nosotros existe nuestra libertad irresponsable como una bella pasión inútil que nos sirve para no creer en lo que todo el mundo cree. Por eso también estamos solos en esta prisión custodiada por moralistas y maniqueos.
Neal: estamos totalmente en la oposición acerca de tu condena. Protestamos contra el monopolio de la virtud yankee que te tiene confinado en los altos muros de San Quintín como un chivo expiatorio para conjurarte el arrepentimiento. Nosotros acusamos al Estado norteamericano porque está atentando contra la felicidad de un hombre y contra su genio. En la misma forma, no pueden condenarte si a causa de tu desesperación eliges el suicidio y prefieres el gas a un cuchillo oxidado. Suprimir el dolor y el sufrimiento no es un delito. Todo hombre, Neal Cassady, cuando es un genio como nosotros, está por encima del bien y el mal, y cuando desobedece las leyes, el Estado no debe condenarlo, sino ofrecerle una pensión vitalicia para estimular sus oscuras inclinaciones al mal.
Mambo Negrita. Tropicana (izquierda). Azuca (centro). Besote (derecha). Liliana Angulo
Porque es bueno declarar que nosotros nos salvamos en la medida en que nos hacemos dignos del infierno: nos aterran los conformistas y aniquilantes cielos burgueses. Si los estupefacientes te hacen feliz y te condenan por eso, ¿por qué no encarcelan a Eisenhower cuando hace el amor con su mujer? Porque para nosotros el amor es una droga heroica, la más nociva de todas, pues pone al genio creador del artista bajo la servidumbre reproductora de la mujer. El sexo es un atentado contra la inteligencia. Y actúa en ella como un catalizador de las energías geniales. También deben encarcelar a Faulkner, a Hemingway y a los demás sicópatas de la literatura que están huyendo de la realidad en las ficciones del arte que es, en este siglo del time is money, el más corrupto vicio onanista del espíritu moderno. Que cada político se coma el excremento de su felicidad... Que cada estadista se coma la putrefacción de sus fórmulas... Que cada legista sufra la sífilis de sus códigos venéreos... Que cada ciudadano pague sus impuestos... Tú y nosotros estamos salvados: la vida no tiene porvenir. No nos tenemos sino a nosotros mismos. Cada uno tiene derecho a buscar su felicidad, cada uno tiene derecho a buscarse a sí mismo. Cada uno es libre. Cada uno vive... Todos vamos a morir el día menos pensado, y ese día no está señalado en el Código Penal, ni en la Declaración de los Derechos del Hombre. La misma libertad que nos rodea nos concede el derecho de elegir nuestra vida.
Si alguno escoge ser presidente, se le permite. Si alguno escoge ser pederasta, se le permite. Si alguno escoge ser carbonero, se le permite. Y si exige ser cura, también se le permite. Y si alguno escoge ser artista —porque se nace artista como se nace con ombligo—, ¿por qué no se le permite? ¿Por qué no se le permite hacer nada? ¿Por qué no se le permite recitar poemas al son del jazz y del merecumbé? ¿Por qué no se le permite infusionarse una dosis de yerba mágica? Con base en nuestra experiencia personal, podemos asegurar que la marihuana estimula el gran poder místico en el hombre. Lo eleva a la máxima altura, que él se siente, por su influencia, el más grande entre los mortales.
A esta experiencia mística que podemos llamar elevación del ser a la más alta cima de su esencia, no se podrá llegar en helicóptero, ni en cohetes, ni siquiera subiendo el ascensor al último piso del Empire State, debido a que esta energía no es atómica, sino una extraña potencia creadora que la marihuana multiplica en las profundidades misteriosas del espíritu. Entonces, ¿por qué no se le permite a Neal Cassady un toque de marihuana para buscar su felicidad, así como los demás buscan su felicidad a través de Dios?
Neal: ¡¡¡Dios es tu marihuana!!!
Por todo esto, los nadaístas exigimos en nombre del vicio y del arte que Neal sea puesto en libertad para que pueda retornar a Dios y a su felicidad.
P.D: Te enviamos un cuadro nadaísta llamado Colombia, de Humberto Navarro, para que adornes tu celda, y un pitillo de "mary jane".
Mambo Negrita. Chupa (izquierda). Sartén (centro). Cuchillo (derecha). Liliana Angulo
De este cuerpo que tanto sufrió y tanto te amó, sólo deseo que quede a manera de inmortalidad, el puñado de polvo donde florezca una flor cuya belleza testimonie que fue hermoso vivir para amarte, y que junto nos defendimos de la muerte, y juntos luchamos por la frágil belleza del día. Gonzalo Arango. Cromos. Carta a Teresa Alegría. Marzo 1966.
Papito lindo
a son casi once años (imperceptibles) desde que escribí esta carta, debía tener unos ocho años, no recuerdo exactamente, pero sé muy bien que cada palabra salía desde el fondo de mi amor inocente. Es esta una copia de la original que reposa en el baúl de mis opacos recuerdos y la hice para el hombre que por causa de la guerra habita sólo en mi pasado, en mi memoria -que por cierto no es nada prodigiosa-.
Para recordarte, para revivirte, reescribo mis palabras. Once navidades atrás…
vendision papito lindo:
te quiero mucho y te estraño espero que
estes aquí lo más pronto posible.
Papito a me me va muy bien en los estudios
en el cuaderno de previas yebo casi todas
exelentes y yebo como cuatro Acedtables por
la ortografia.
vendision papito yote quiero mucho ¡ feliz
navidad no te digo feliz año por que quiero y
tengo ezperansas de que estes aqui con nosotras.
papito zareth hace muchas grasias y ya
le gustan las cosas agridas.
Papito llego otra casa enbrujada pero yo
no entre porque me dio miedo menos
mal que yase fue porque osino no dormia
Papito lindo:
Cada vez que sonries
Se borra una triztesa
Se ylumina una esperanza
Papito te estraño.
Peluca siamesa. Liliana Angulo
Carta a Antoine de Saint-Exupéry
Ya hace más de 60 años que emprendiste tu último vuelo… ¿cómo ha resultado el viaje? Aquí en este mundo que dejaste, no mucho mejor ahora que el que te tocó vivir, todos te extrañamos, sobretodo los niños de hoy, que serán los viejos del mañana, y los que ayer también fueron niños y hoy son viejos, quienes apenas empezaban este viaje mientras tú comenzabas otro. Apropósito de eso, tú nunca te has ido, cierto? Con los que siempre han sido niños y nunca dejarán de serlo, viajas. Pienso que sólo cambiaste la forma en que hacías parte de la energía vital del universo, y ahora te propagas como la luz en el vacío, absolutamente libre, y te reintegraste a la fuente infinita de toda vida eterna que es el amor, y que finalmente pudiste reencontrarte con tu principito, como tanto habías deseado, cosa que me alegra muchísimo. Porque él tampoco ha muerto, verdad? Quien cree en la belleza de lo simple, que es la esencia de la vida misma, nunca muere, sino que renace en cada hombre, en cada nueva flor, y a diario germina en el reencuentro con su divino Ser.
Desde que te fuiste, todos aquí en la Tierra hemos estado un poco más desorientados. Evidentemente, nos han hecho falta aviadores experimentados y geógrafos aguzados del accidentado corazón humano; las personas siguen yendo de un lado a otro sin hallar lo que buscan, vacíos. Y yo, sin buscarte, te encontré hace muy poco. Fue gracias a un gran amigo, por esa satisfacción que únicamente da lo encontrado por casualidad, de lo hallado sin haber sido buscado previamente pero deseado fervientemente de corazón, como uno de esos grandes tesoros que un alma persistente y vagabunda encuentra sin querer.
Llevo algunos años abordo de esta nave llamada "vida", pero no demasiados ni los suficientes. En realidad, cuando tú partías del barco, ni siquiera mi padre había llegado. Pero eso tampoco importa, pues las edades, al igual que las fronteras entre países y las lenguas, para los que ven más que con los ojos, tú bien sabes, no existen. Le he hablado a mi padre de ti, le he dicho que eres aviador y que has escrito un par de libros, pero que te has retirado irremediablemente ya de toda actividad física e intelectual. No me atreví a decirle que sigues viviendo aunque hayas tenido un funeral y que los tuyos te hayan llorado y puesto crisantemos sobre una lápida. Sencillamente, no lo hubiera entendido. Entiéndeme, mi padre es una persona seria, como suelen ser los adultos de su edad, y a él le basta con conocer el oficio de una persona para saber cómo es ella. Yo hubiese preferido decirle en nuestras palabras, tú me entiendes, la clase de soñador que eres.
Mon cher Antoine, estoy muy agradecido contigo: me has dado el mejor regalo que alguien me haya podido dar jamás: el tiquete de vuelta al niño que uno no debe dejar de ser aunque tenga que crecer. Digamos que por eso, en parte, te escribo esta carta. Yo sé que hay otros tantos como yo que también están muy agradecidos contigo. Y en ese sentido, esta carta no es únicamente mía… ¿cuándo fue la última vez que alguien te agradeció? ¿Hace cuánto que alguien no te escribe una carta? En nombre de todos los que te quieren agradecer, dichoso te agradezco. Tal vez así para este fin de año ya no te sentirás más olvidado. Tal vez recordándote ya no nos sentiremos más olvidados. Cómo te parece que nos hemos olvidado hasta de nosotros mismos. Tal vez cuando estemos perdidos en un desierto negro tengamos la suerte de hallar un principito como el tuyo que nos ayude a encontrar nuestra esencia abandonada, sedienta de uno mismo.
Bueno, yo me despido ahora pero no sin antes reiterarte mi aprecio y admiración. Y al igual que como lo hacía Thomas Mann, a la hora de dormir procuro tener un ejemplar de Le petit prince cerca de mi almohada.
Un gran abrazo… au revoir, voyageur!
Att.,
Pd: Dile al principito que ahora los zorros, como por instinto, se la pasan contemplando los trigales a ver si de pronto un niño de cabellos rubios aparece corriendo detrás de una estrella!
Negra Menta. Liliana Angulo
Para Rafa
omo te pareces
a Rafaela
te voy a llamar
Rafaelito.
Bonito niñito
Mensajerito
te me apareces
volandito
Dando
brinquitos
Te me pareces
a mí
Solito
haciendo memoria
jugandito
Encontrándome
con el pequeñito
que me habita
cada vez menos
sigilosito
Negra Menta. Liliana Angulo
Para Vía
bserva atenta…
Por cualquier lado que mires
Estamos
En tu sombra
Estamos
Para ayudarte
En ese pedacito de pie
Estoy
Para bendecirte
Estoy
Con la llama de la soledad
Estás
Allí
Purificándote
Estás
Negro Utópico. Liliana Angulo
Carta a un amigo
Querido amigo, te quise telefonear, mas la tarifa no hace gracia. Ando afligido porque te quiero dejar al corriente de lo que pasa. Haciendo muecas al tragar el chaparrón y todos van tragando cada sapo en el camino y la gente se va amando, pues también sin un cariño no hay quien aguante la cuestión.
Querido amigo, yo te quería escribir pero el correo andaba arisco. Si me permiten trataré de remitir noticias frescas en el disco.
La Marieta manda un beso para vos, un beso a la familia, a Cecilia y a los niños, y Francis aprovecha y también manda cariños, a todos por igual.
Adiós.
Negra Menta. Liliana Angulo
Carta a Jesús Arbeláez
Cuando haces un vestido tú no piensas que el vestido es el cuerpo. Lo mismo pasa con el alma, cuyo cuerpo es el traje.
Misericordiosamente habría que decir del mundo que es una mala sastrería, que vivimos en harapos.
Después de todo, esta no es más que una estación de la Eternidad, pero el viaje sigue. Existir es un eterno retorno a Dios. La etapa de la Tierra es dolorosa porque hemos sido oscurecidos por el pecado de soberbia, que fue el de nuestra caída.
A pesar de lo duro y el sufrir no te puedes quejar: buena semilla tu alma. Has dado frutos bellos para la vida: hijos?poetas sembrados en una era de horror, pero a la vez hermosos guerreros de la luz. Tú seguirás vivo en ellos como el mar de sus ríos. Sin ríos no hay mar, sin padre no hay hijos. Es el amor, cuya ley santa tenemos que cumplir.
Nos da miedo la muerte porque somos egoístas, pecadores, apegados a los sentidos, y no comprendemos. Pero en realidad la muerte no existe, es un tránsito de trascendencia, un cambio de "traje". Allá es también aquí, bajo otra manifestación.
Todo lo que ES existirá para siempre, pues nada se destruye sino para perfeccionarse, para SER MÁS, y el morir es una puerta de salida y de entrada que se abre para renacer, aliviados del peso abrumador de la carne.
Ninguna fuente se detiene. ¿Por qué entonces la vida —suprema fuente— habría de detenerse? La vida pasa precisamente porque no puede detenerse. Estamos física y espiritualmente embarcados hacia Dios, a veces náufragos, pero al fin salvados.
La bondad de Dios es infinita, no importa que el demonio nos atraiga con falsos salvavidas y nos trague. Siempre estamos de paso hacia el Otro, pues no es bueno para el alma que nos quedemos toda la vida de sastres, mendigos, o literatos.
Negra Menta. Liliana Angulo
Tú, querido viejo, has hilado con amor y sacrificio el tejido de tu destino. Has dado lo tuyo plenamente. Te hemos hecho sufrir, sin duda, pues nos amaste, y nosotros estamos luchando con embriaguez hambrienta de Absoluto una guerra a muerte contra la mentira en el inmundo mundo del absurdo. Buscamos la luz armados de teas para matar en nosotros la mentira, el no ser. Nuestro viejo ateísmo —harapo de la razón— era nostalgia del Edén perdido, sed devoradora de Fuente Suprema.
Nada es de uno, nada termina para siempre. Te dieron la vida, tú has dado la vida, tus hijos seguirán dando la vida, y así eternamente...
Te miro partir sereno hacia la próxima frontera donde seguirás cumpliendo ciclos de evolución de retorno a la Esperanza, a Dios, del que seguirás siendo manifestación y presencia en una nueva estación, donde espero volver a verme contigo, despojados del dulce harapo corruptible de la carne.
Recuerda que el otro Chucho, el carpintero del Calvario, vivió para enseñarnos que se puede morir en la carne, pero no en el alma, no en Dios.
Bendícenos desde tus nuevas moradas, y guíanos hacia lo que fue tu vida: bondad, humildad y amor.
Hasta lueguito, don Chucho. ¡Te amamos!
Negra Nieves. Consuelo Lago.
Le style c'est l'homme [El estilo es el hombre]. Buffon
Remitentes (en órden de aparación):
A la casita original fue una generosa colaboración de Liseth Adriana Pérez, quien debuta como inquilina en esta morada aérea de puertas abiertas. A ella un gran saludo fraternario de parte de todos sus habitantes. Bemvinda, Liseth!
La Carta a Neal Cassady fue escrita por los nadaístas en la década de los 60's, como manifiesto en contra del encarcelamiento de Cassady en San Quintin por fumar marihuana.
Papito lindo es la carta más bella que se entregará este fin de año, sin lugar a dudas, y tendremos el honor de hacerlo. Fue escrita por Tume, habitante de planta de La Casita. A ella va un gran abrazo desde esta tribuna.
La Carta a Antoine de Saint-Exupéry es una colaboración de otro loquito: Chemas.
Los poemas Para Rafa y Para Vía son del jóven poeta 7k, un gran amigo.
La canción Meu caro amigo (Querido Amigo, 1976), que aparece aquí bajo el título de Carta a un amigo, es una composición de Francis Hime y de Francisco 'Chico' Buarque, actual ministro de Educación del Brasil, traducida al castellano por otro viejo conocido, el uruguayo Daniel Viglietti, y que apareció en el disco de 'Chico' Buarque en español, lanzado al mercado en el 82 y relanzado digitalmente en el 93.
La Carta a Jesús Arbelaez, padre de los poetas Jotamario Arbelaez y Jan Arb, y amigo muy querido de todos los nadaístas, tuvo lugar con motivo de su muerte justo un año antes del accidente de tránsito que le cobrara la vida a Gonzalo Arango, este último autor de la misma en 1975. Posteriormente sería publicada en el libro Correspondencia Violada por la editorial Intermedio Editores, Santafé de Bogotá, 2000, pp. 431 - 434.
Notas:
En 1956 a raíz de su muerte, se emitió un sello postal en honor a Javier Pereira, quien vivió 167 años. Una copia de la estampilla original es la que aparece al comienzo de esta edición. En ella se alcanza a leer el secreto de la longevidad, develado por Pereira: "No se preocupe, tome mucho café y fume un buen cigarrillo".
Agradecemos a la fotógrafa Liliana Angulo y a Consuelo Lago por regalarnos una muestra de su talento. Así mismo, a todos y cada uno de los remitentes nuestro más profundo agradecimiento por confiarnos su correspondencia.
1 comentario:
Chemitas
qué coisa mais bonita...
un abrazo en un día cualquiera para usted, para don javier, papito y sus hijitas... donde quiera que anden
...continuará
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